
Mi primer coloquio como universitario donde estuve-pero-no-estuve fue en 1998 y estuvo dedicado a Rojas y donde se hablaba del Relámpago todo el tiempo.
Me acuerdo que fui a la inauguración, me pasaron una carpeta y me aburrí un poco en las ponencias donde se recordaba, con el poeta vivo, su “erotismo” y manejo del lenguaje.
De todo eso me acordé mientras escribía este artículo que cerró otra década profesional en los medios (aunque algunos sostienen que recién este año se acaba los 2010)